viernes, 19 de noviembre de 2010

Manejo del cultivo de alpiste

         El alpiste también conocido como grano de las Canarias, cuyo nombre científico es Phalaris canariensis, es una planta anual de la familia de las Gramíneas originaria de la zona mediterránea, resultando éste el clima ideal para su cultivo. En la actualidad, la planta de alpiste ha logrado ser cultivada en diferentes partes del mundo, en especial en aquellas donde no existen temperaturas muy extremas, durante el invierno y el verano. 




Aspectos Botánicos
Taxonomia.

Reino: Plantae
Subreino: Traqueobionta
Superdivisión: Spermatophyta
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Subclase: Commelinidae
Orden: Poales
Familia: Poaceae
Subfamilia: Pooideae
Tribu: Aveneae
Genero: Phalaris
Especie: P. canariensis

Es una hierba grande y gruesa con vástagos erguidos, de 0,6 a 1,8 metros de altura, con tres o cuatro tallos cilíndricos y huecos a manera de cañas, provistos de nudos manifiestos y hojas semejantes a las del trigo, angostas y con largas vainas. Flores en racimos densos. Las inflorescencias son verdes al principio y se tornan luego levemente púrpuras. Las semillas son de color marrón brillante y envuelta en una pequeña cáscara.

Requerimientos Climáticos y Edáficos

          Debido al hábito de crecimiento superficial del sistema radicular, el alpiste se adapta bien a suelos pesados y húmedos, no así a suelos arenosos, por su baja capacidad de retención hídrica.
          Sus requerimientos nutricionales son similares al resto de las gramíneas de crecimiento invernal. Cuando se cultiva en condiciones de suelos húmedos y fértiles puede superar el metro de altura acarreando problemas de vuelco.
          Crece en la mayoría de los climas, la temperatura ideal para el crecimiento y desarrollo del cultivo de Alpiste está entre 10 y 24ºC, pero lo más importante es la cantidad de días que transcurren para alcanzar una temperatura denominada integral térmica, que resulta de la acumulación de grados días. La temperatura no debe ser demasiado fría en invierno ni demasiado elevada en primavera.
Es más sensible al calor y a la sequía que el trigo y se desarrolla mejor con días largos y noches frescas, resistiendo temperaturas de hasta – 5ºC  durante su etapa vegetativa.
Se determinó que el alpiste requiere inicialmente una cierta dosis de frío, y luego una duración de luz diaria de 14 hora. A partir de ese momento entra en la etapa reproductiva y comienzan a incidir las altas temperaturas, que a medida que son mayores, acortan el ciclo.
Tomando en cuenta estas características, si la siembra se efectúa atrasada, puede quedar sin satisfacer las exigencias de frío y si nos adelantamos demasiado, se corre el riesgo de heladas en el período de floración a las cuales el cultivo es sensible.



Preparación de Suelo

El alpiste requiere un terreno mullido, limpio de malas hierbas y bien desmenuzado. La naturaleza de las labores, el modo de ejecutarlas y la época oportuna para su realización, varía con el cultivo que le precedió además de la naturaleza del suelo y  el clima.
            La preparación del terreno se realiza de una manera convencional realizando las siguientes operaciones; subsolado: para aflojar el suelo compactado por el cultivo anterior; incorporación del barbecho mediante un pase arado; rastra, con la finalidad de romper los terrones y facilitar la siembra, así como favorecer la emergencia debido a sus semillas de reducido tamaño, por lo que se debe prestar especial atención en la terminación de la cama de siembra asegurando un adecuado refinamiento del suelo; nivelación para la correcta distribución del agua en todo el cultivo y evitar encharcamientos
            De forma general, antes de la siembra, si el terreno es muy suelto conviene dar un pase de rodillo para comprimir el suelo y, después de la siembra, otro para que la tierra se adhiera bien a la semilla.

Siembra

La semilla que se emplea debe ser necesariamente controlada con el propósito de establecer su pureza y poder germinativo. Por lo tanto, es conveniente que tenga una buena germinación (superior al 80 %). Esta característica se obtiene al utilizar semilla de la cosecha reciente y no de otras campañas, pues mantiene poco tiempo el poder de germinar. Se debe buscar una semilla pesada (peso de 1.000 granos de 8 a 9 gramos), sana, con color amarillo intenso uniforme (no debe tener granos verdes).

En cuanto a la densidad de siembra, Resulta adecuada una densidad de 500 pl/m2. Su equivalente en kg/ha de semilla surge del siguiente cálculo: (Plantas/m2  x Peso de 1000 granos (g) x 100) / (Porcentaje de Germinación (%) x Pureza (%) x Cociente de Perdidas)= Cantidad de semilla a utilizar  (kg/ha)
(500 pl/m2  x 6.5g x 100) / (80 x 98 x 0.7) = 59 kg/ha.

Generalmente, el distanciamiento entre hileras utilizado es de aprox. 20 cm. Distanciamiento menores (ej: 15 cm) permitirían que el cultivo cubra el entresurco en menor tiempo aumentando su competitividad en las etapas tempranas.

Fertilización

             En el siguiente cuadro se muestran valores de fertilización con nitrógeno y fósforo en función del rendimiento esperado. La información fue extraída y adaptada del Servicio de Extensión de la Universidad del Estado de Dakota del Norte.


FERTILIZACIÓN NITRÓGENO-FOSFORADA EN ALPISTE
Rendimiento esperado (kg/ha)

Fertilización
N (kg N/ha) 1)
P (kg/ha P2O5) 2)



M Bajo

Bajo

Medio

Alto

1731

58

29

17

12

0

2308

81

35

23

17

0

1) Nitrógeno Total= N suelo (60 cm) + N fertilizante

2) Fósforo Bray-I: (M Bajo= 0 - 5) (Bajo= 6 - 10) (Medio=10 - 15) y (Alto= >15)

Si se fertiliza con fosfato diamónico, se recomienda ubicarlo a 5 cm por debajo y 5 cm al costado de la semilla, para evitar efectos de fitotoxicidad.
 


Control de malezas

En Canadá se han medido disminuciones de rendimiento del 52% causadas por malezas de hoja ancha y del 75% con altas densidades de Avena guacha (Avena fatua L.). Entre los herbicidas para el control de malezas de hoja ancha, los más utilizados son MCPA, 2,4-D, Dicamba y Picloram.

El trigollo (Lolium temulentum L. ) es una maleza importante del alpiste, puesto que además de competir con el cultivo, sus semillas son difíciles de separar en el proceso de limpieza, lo que ocasiona una disminución de la calidad comercial del grano y de los lotes de granos destinados a semilla. Este hecho reviste especial importancia, puesto que, al sembrar alpiste conjuntamente se está sembrando trigollo.

Experimentos realizados en la Facultad de Agronomía de Azul (UNCPBA) en el marco del proyecto Mejoramiento Genético y Tecnológico del Cultivo de Alpiste, hallaron que Diclofop metil, componente del producto comercial Iloxan, presenta un control eficiente de trigollo sin afectar el rendimiento del cultivo de alpiste dentro del rango de dosis de 800 a 1400 cc de Iloxan /ha. Estas dosis se corresponden con el 32 y 56%, respectivamente, de las dosis recomendadas para trigo (2.500 cc de Iloxan/ha).

PLAGAS

            Entre los insectos plagas del alpiste se encuentran: Pulgones (Schizaphis graminum, Macrosiphum avenae y Rhopalosiphum padi), Isoca militar verdadera (Pseudaletia adultera) y Larvas de elatéridos (Agriotes sp). Los ataques pocas veces justifican el costo de los tratamientos de control.

ENFERMEDADES

Escaldadura en alpiste (Rhynchosporium secalis.):

La sintomatología observada es la siguiente: manchas foliares elípticas a oblongas, en algunos casos irregulares; estas manchas presentan inicialmente un aspecto acuoso, tornando en la zona central una coloración pardo clara (pajizo); los bordes de la lesión son difusos de color marrón rojizo. Las lesiones pueden unirse hasta cubrir total o parcialmente la hoja.  El progreso de la enfermedad se ve favorecido por lluvias, agua libre en la superficie foliar y alta humedad relativa. Inicialmente la sintomatología se ha presentado en manchones, los cuales pueden avanzar si continúan las condiciones favorables para el desarrollo de la enfermedad.

            Hasta el momento no se han detectado citas en la bibliografía internacional sobre esta enfermedad en Phalaris canariensis (alpiste) específicamente. No obstante este patógeno ha sido determinado en otras gramíneas hospedantes de los géneros Hordeum, Agropyron, Agrostis, Lolium, Dactylis, Poa y Phalaris, entre otros (Braun, 1995).

Cosecha

Para determinar el momento óptimo de cosecha hay que prestar atención por lo dispar de la maduración. Los tallos principales maduran antes que los secundarios y a su vez dentro de la panoja hay granos de distinta madurez. Para e vitar las pérdidas que se producen por desgrane y pájaros cuando se cosecha maduro, se recomienda anticipar el proceso de recolección, hilerando el cultivo cuando la mitad superior de la panoja está amarillenta, luego de uno días para completar el secado (4 a 5) se levanta con recolector aplicado a la cosechadora. Si la semilla va a ser utilizada en próximas siembras, se la debe cosechar bien madura, siendo necesario efectuar una limpieza y clasificación para obtener una semilla uniforme y libre de granos rotos y de malezas. La conservación debe realizarse en lugares frescos y bien ventilados.
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